¡Dejad a los juegos de mesa en paz!

Hoy voy a tratar un tema que me tiene bastante mosqueado, que he dado muchas vueltas y en donde hice en su día incluso un trabajo en la universidad. Aprovechando que tengo el blog, voy a tratar de dar un poco de voz acerca de lo que pienso acerca del mundo del rol y de los juegos de mesa en general. A pesar de que el tema principal sería el rol, entiendo que esto se puede extrapolar al mundo de los juegos de mesa por la ignorancia que existe acerca del mismo todavía por gran parte del público y sobre todo por aquellos que lo critican sin saber, como va a ser este caso.

Yo he crecido jugando al Final Fantasy 7, si, ese juego que se hizo muy famoso debido a que al parecer inspiró a un chaval a cortar la cabeza a sus padres con una katana o eso por lo menos nos hicieron creer a más de uno las televisiones sensacionalistas del momento. Me fui haciendo mayor, descubrí Magic, Warhammer y los juegos de rol (Vampiro la Mascarada, El Señor de los Anillos...) siendo todavía un chaval y prácticamente he tenido que crecer ocultándome de lo que hacía, porque no estaba muy bien visto entre la sociedad, más que nada por los clichés que había entorno a los mismos. Afortunadamente también tenía y tengo más aficiones y siempre he sido un jugador activo de fútbol (era un crack, bueno, no tanto) hasta hace unos pocos años, pero vamos, que siempre le he dado muchas patadas al balón y cuando crecí un poco más jugué y socialicé en los bares jugando a los dardos y al futbolín de manera "profesional". Todo esto me ha servido para conocer más grupos, más colectivos de gente y tratar de compartir mi afición friki con ellos, algo que siempre pasó inadvertido y que despertaba la sorpresa de muchos de ellos en plan, Dios mío, si pareces alguien normal, ¿cómo es que te gusta todo eso?

En esencia, esto me ha permitido conocer a muchos neófitos que se pensaban que yo en mis ratos libres me entretenía pegando pelotazos por mi afición al fútbol y matando gente por mi afición al rol. Cuando piensas que todo esto ya ha pasado, que estos juegos se han normalizado y que cada vez son más las personas que participan de los mismos como podemos ver día a día por internet, te encuentras con un artículo de un energúmeno que se atreve a postular que los juegos de rol pueden ser un riesgo para la salud mental. Amigo mío, parafraseando a un conocido mío, le diría que yo he jugado a rol y no he matado a nadie... todavía, así que ándese usted con cuidado no sea que me de algún día por lanzarle un proyectil mágico o que se yo, le vuelva loco con mi dementación Malkavian.

Lo que me da rabia de todo esto es que se de bola a estos artículos que vienen a cuestionar un tipo de ocio que a día de hoy parece que todavía es algo de lo que esconderse y avergonzarse. Y realmente es así, es una vergüenza ver como una persona mayor va por la calle jugando a Pokemon Go! disfrutando de lo que hace, sin meterse con nadie y generando las risas de dos descerebrados que se encuentran atiborrados de litronas en el parque por el que le ven pasar. Sorprendentemente, lo segundo parece que está socialmente más aceptado y realmente, da mucha pena.

No puedo dejar de pensar que es algo movido por unos intereses generales en donde no quieren dejar a la gente pensar. Nos quieren hacer más tontos y es que realmente es mucho más fácil para ti como padre el regalar una consola a tu hija y tenerla encerrada en casa quemándose el cerebro, que dejándola jugar con sus amigas imaginando que es una princesa de cuento que no necesita de nadie que la vaya a rescatar para vivir su propia aventura. A todos estos que tanto les preocupa el que la gente se vuelva loca con el rol, habría que preguntarles que tal les fue en los 80 con películas como Rambo o cualquiera de Chuck Norris, porque parece ser que todo lo que sea matar o liarse a palos, siempre que sea dentro de la televisión está bien.

En definitiva, con todo esto, no puedo más que arquear una sonrisa cada vez que voy al Carrefour y veo un Catán, o un Exit en el mostrador y veo a gente que lo compra. Los juegos de mesa y el rol cada vez llegan a más gente y cada vez son más las personas que disfrutan de un ocio alternativo, sin molestar a nadie y por supuesto, sin estar alineados a toda esa basura que nos quieren meter, toda esa basura que nos dicen de ver que nos cuentan lo que está bien y lo que está mal. Por mi parte, les pueden ir dando por donde amargan los pepinos.