A pesar de que los juegos de mesa siempre se han considerado
como algo tradicional, lo cierto es que cada vez son más los juegos que hacen
uso de esta tecnología. Las aplicaciones móviles han tomado mucho protagonismo
durante los últimos años y personalmente es algo que me encanta.
Sé que hay muchos detractores de esto y que realmente no les
gusta. En esencia, un juego de mesa tendría que ser poco más que un tablero,
dados, cartas, componentes de plástico y unas reglas que hagan que todo tenga
sentido. El uso de las aplicaciones móviles para los juegos de mesa ha
permitido que se puedan sustituir todos o parte de estos componentes.
Dependiendo del juego en cuestión, incluso la figura del narrador ha quedado obsoleta. Llevo jugando a juegos de mesa más de 30 años y durante todo este tiempo he visto como era necesario jugar con un “game master” en Heroquest, algo que ya no es necesario en juegos como Descent en donde la propia aplicación controla el ritmo del juego.
¿Es buena o mala la tecnología en los juegos de mesa?
Soy una persona que adora la filosofía vive y deja vivir. Si
disfrutas jugando a un juego de mesa con aplicación móvil, adelante, que no te
importe lo que los demás digan. En mi opinión, creo que algunos de los que se
niegan a probar dichos juegos por el uso de aplicaciones móviles pierden la
oportunidad de disfrutar un gran juego.
Gracias a que los teléfonos móviles de hoy en día son como ordenadores, es posible disfrutar de estas aplicaciones en cualquier lado. Sin ir más lejos, existen periódicos online como Mini juegos La Noción en donde puedes disfrutar en tu ordenador videojuegos para los que antes había que ir a un salón de recreativas, como es este buen ejemplo del Pac-Man que tenéis aquí.
Las aplicaciones en los juegos de mesa son de todo tipo y
nos podemos encontrar algunas que simplemente son para llevar la puntuación,
mientras que otras directamente hacen el papel de jugadores humanos. Os
mentiría si os dijera que mi primer acercamiento a estas aplicaciones fue en
Alquimistas, X-Com o Mansiones de la Locura, ya que desde bien pequeño jugué a
juegos de mesa como La Leyenda de Zagoré o Virus Omega que, en cierto sentido,
hacían uso de esta tecnología.
Por aquel entonces era algo innovador y no estaba tan
popularizado como ahora, sin embargo, ofrecía partidas diferentes y te permitía
vivir experiencias únicas que no estaban al alcance de otros juegos. Creo que
el uso de la tecnología en los juegos de mesa puede ser brillante porque dota
al juego de muchas posibilidades y que, a pesar de que se pierdan los aires
clásicos del mismo, está claro que lo mejor está por llegar.
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